miércoles, 13 de abril de 2016

SOLIDARIDAD




Qué es Solidaridad:

La solidaridad es el apoyo o la adhesión circunstancial a una causa o al interés de otros, por ejemplo, en situaciones difíciles. La palabra solidaridad es de origen latín que significa “solidario”.
Cuando dos o más personas se unen y colaboran mutuamente para conseguir un fin común, se habla de solidaridad. La solidaridad es compartir con otros tanto lo material como lo sentimental, es ofrecer ayuda a los demás y una colaboración mutua entre las personas.
En este sentido, se puede citar como ejemplo a La Cruz Roja como símbolo de solidaridad, ya que es una organización imparcial con una misión humanitaria basada en el principio de solidaridad que consiste en proteger la vida y dignidad de las víctimas de guerra y de violencia, así como prestarle asistencia.
La solidaridad es sinónimo de apoyo, respaldo, ayuda, protección, que cuando persigue una causa justa cambia el mundo, lo hace mejor, más habitable y más digno.  

Solidaridad como valor

La solidaridad es un valor por excelencia que se caracteriza por la colaboración mutua que existe entre los individuos, lo que sin duda permite lograr la superación de los más terribles desastres, como guerras, pestes, enfermedades, entre otros, aplicarlo también con nuestros familiares, amigos y/o conocidos que se encuentren en situaciones difíciles y con la ayuda recibida permita salir adelante y mejorar en cierto modo la situación.

JUSTICIA



Qué es Justicia:

La justicia es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse una sociedad y el Estado, estos valores son; el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
La justicia en sentido formal es el conjunto de normas codificadas aplicadas por jueces que al ser violadas el Estado imparte justicia, suprimiendo la acción o inacción que genero la afectación del bien común.
La palabra justicia proviene del latín justicia que significa justo.

La justicia social

La justicia social es la distribución equilibrada de los bienes dentro de una sociedad. Este término surgió en el siglo xxl con el aparecimiento del capitalismo, el cual se incrementó el descontento de las clases sociales más desfavorables, es por ello, que el término justicia social, tiene dos corrientes, para los socialistas el Estado debe garantizar el desarrollo de la clase social más desfavorecida y el respeto por los derechos humanos y el liberalismo sostiene el desarrollo de oportunidades y protección a la empresa privada.
Actualmente, se vincula justicia social con el término de justicia distributiva de Aristoteles, es dar cada uno lo que le corresponde según su contribución a la sociedad. En contraposición a la justicia distributiva existe la justicia retributiva es el castigo o pena que se le aplica a una persona en proporción a la falta cometida por la misma.
En el año 2007, la Organización de las Naciones Unidas proclamó el día 20 de febrero de cada año como Día Mundial de la Justicia Social.

la Honradez


                                                         Qué es Honradez:
Como honradez denominamos la cualidad de la persona que obra y actúa con rectitud, justicia y honestidad. La palabra, como tal, deriva de honrado, participio del verbo honrar.
La honradez se basa en el respeto al otro y en la valoración de la verdad como un valor fundamental de la vida en sociedad.
En este sentido, una persona honrada es aquella que se rige por los valores morales, que respeta las normas sociales, y que es consecuente con ello, es decir, que tanto en su forma de obrar como en su pensamiento, se comporta de manera justa, recta e íntegra.
Así, una persona que actúa con honradez evitará siempre causar perjuicios a los otros y procurará actuar correctamente, con verdad y honestidad.
Vea también honestidad.
Como tal, la honradez es considerada una cualidad muy valiosa en una persona, pues implica que es alguien digno de confianza. De allí que la honradez sea fundamental para las relaciones humanas y las actividades que se basan en ellas, como el trabajo y la vida en comunidad. Una sociedad cimentada en valores como la honradez sería más justa y armónica.
La honradez se observa en las acciones cotidianas. Una persona honrada no roba, no miente, no engaña, no traiciona. La persona honrada se guía por los valores morales, el respeto de las leyes y y el respeto al otro.
Si las personas en el mundo actuarán siempre ciñéndose a los dictados de la honradez, no habría asesinatos, corrupción o guerras. El quebrantamiento a los principios de la honradez es fuente de una enorme cantidad de conflictos humanos.
Por ello, el valor de la honradez debe ser inculcado en nosotros desde edades tempranas, para que desde muy pequeños seamos capaces de entender la importancia de guiarnos en la vida con verdad, justicia y rectitud.

LA SICERIDAD

                                                     
                                         
Ser sincero implica ser lo que uno es, siempre mostrarle al exterior lo que somos en el interior ante cualquier situación o persona, ya que pretender o fingir también es mentir, aunque de otro modo, actuar de esta manera sería ser hipócrita.
Una persona que es sincera se está aceptando a sí misma como es, posee una buena autoestima y por eso no tiene problemas en mostrarse tal y como es.
Alguien que falta a la verdad, no solo lo hace porque probablemente no se sienta cómodo con su personalidad, o sea que es muy tímido, sino también porque sea probable que haya recibido humillaciones o degradaciones que hayan provocado un daño en su personalidad y causado que se avergüence de sí mismo.
Hay personas que recurren al cambio de máscaras, dependiendo de la situación en la que esté, entonces estaríamos ante una persona falsa.
Siempre se dijo que los niños, los locos y los ebrios dicen la verdad. Esto se debe a que ellos no están sujetos a las mismas normas sociales que el resto, los niños porque no las conocen aún, y los otros dos sujetos porque por su estado o situación no pueden acatarlas.
Es cierto que a veces estas normas sociales pretenden que actuemos de cierto modo, pero si no pensáramos que es correcto, no estaríamos obligados a hacerlo, sobre todo si va en contra de nuestros valores o creencias, regirnos o no por ellos es una opción y si los cumplimos es para amoldarnos y ubicarnos en tiempo y forma.
Hoy en día la sinceridad es difícil de encontrar porque la gente se ha vuelto más superficial y ya tiene otros intereses que, según ellos, pesan más que las relaciones con otras personas. Al principio de una relación siempre será difícil saber si alguien está o no siendo sincero, pero es algo que se averiguará con el tiempo.

LA RESPONSAVILIDAD




Responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones, o el cuidado al tomar decisiones o realizar algo. La responsabilidad es también el hecho de ser responsable de alguien o de algo. Se utiliza, asimismo, para referirse a la obligación de responder ante un hecho. Procede del, del ve, que a su vez se forma con el prefijo “re-”, que alude a la idea de repetición, de volver a atrás, y el verbo, que significa ‘prometer’, ‘obligarse’ o ‘comprometerse’.

El valor de la responsabilidad

La responsabilidad se considera una cualidad y un valor del ser humano. Se trata de una característica positiva de las personas que son capaces de comprometerse y actuar de forma correcta. En muchos casos, la responsabilidad viene dada por un cargo, un rol o una circunstancia, como un puesto de trabajo o la paternidad. En una sociedad, se espera que las personas actúen de forma responsable, ejerciendo sus derechos y desempeñando sus obligaciones como ciudadanos. En muchos casos, la responsabilidad obedece a cuestiones éticas y morales.

Responsabilidad social

Responsabilidad social es la carga, compromiso u obligación que los miembros de una sociedad, como individuos o como miembros de algún grupo, tienen entre sí y para la propia sociedad. Es un tipo de responsabilidad basada en la ideología y las normas internas de una entidad. La responsabilidad social puede ser positiva, en el sentido de obligarse a actuar o a realizar algo, y también puede ser negativa, en referencia a abstenerse de actuar o de realizar algo. La responsabilidad social empresarial, también conocida como responsabilidad social corporativa, es el compromiso y contribución voluntaria y activa de una empresa a la mejora socio económica y ambiental, orientada principalmente al aumento de su competitividad, su valoración y su valor añadido.

Responsabilidad civil

La responsabilidad civil es la obligación de una persona de reparar un daño a la persona que lo ha sufrido. La responsabilidad civil puede ser adquirida por contrato (contractual) o estar estipulada por ley (extra contractual). Cuando la persona que responde por los daños es una persona diferente al autor, se llama responsabilidad por hechos ajenos.

LA AMISTAD

                   


La amistad es una relación afectiva que se puede establecer entre dos o más individuos, a la cual están asociados valores como la lealtad, la solidaridad, el amor, la sinceridad, el compromiso, entre otros, y que se cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo del tiempo.
Proviene del latín camitasamigdalitis, que se deriva de micacita, que significa ‘amistad’. Esta, a su vez, viene de, que traduce ‘amigo’, mientras que este último procede de amare, que significa ‘amar’.
La amistad puede surgir entre hombres y mujeres, novios, esposos, familiares con cualquier clase de vínculo, personas de distintas edades, religiones, ideologías, culturas, extracción social, eta. Incluso, una amistad se puede establecer entre un ser humano y un animal; no por nada el perro es el mejor amigo del hombre.
Relaciones de amistad pueden nacer en los más diversos contextos y situaciones: el lugar donde vivimos, el sitio donde trabajamos, la escuela, la universidad, fiestas, reuniones, el café que frecuentamos, a través de otros amigos, redes sociales,
Las amistades, no obstante, tienen diferentes grados de compenetración. Desde los amigos con quienes sentimos relaciones más lejanas, hasta aquellos con quienes el trato es tan estrecho que los consideramos “mejores amigos”, otorgándole a la amistad un grado de superioridad sobre las otras.
La amistad no solamente surge con quienes tenemos más afinidades en cuanto a gustos e intereses, o con quienes tenemos más parecido, sino que puede aparecer entre personas muy dispares. De hecho, a veces ese es un factor que fortalece la amistad, pues una buena amistad complementa y enriquece a la persona, no solo en el intercambio de ideas, información y sentimientos, sino también en el hecho de compartir los buenos y malos momentos de la vida.

LA HUMILDAD




La humildad es una virtud humana atribuida a quien ha desarrollado conciencia de sus propias limitaciones y debilidades, y obra en consecuencia. Como tal, la palabra proviene del latín.
Una persona que actúa con humildad no tiene complejos de superioridad, ni tiene la necesidad de estar recordándolas constantemente a los demás sus éxitos y logros; mucho menos los usa para pisotear a las personas de su entorno. En este sentido, la humildad es un valor opuesto a la soberbia.
Quien obra con humildad no se vanagloria de sus acciones: rechaza la ostentosamente, la arrogancia y el orgullo, y prefiere ejercitar valores como la modestia, la sobriedad y la mesura.
La humildad es una cualidad humana independiente de la posición económica o social: una persona humilde no pretende estar por encima ni por debajo de nadie, sino que sabe que todos somos iguales, y nuestra existencia tiene el mismo grado de dignidad. De allí que ser humilde no implique dejarse humillar, pues la humildad no supone una renuncia a la dignidad propia como personas.
Por otro lado, humildad también se refiere a la posición económica de los pobres y desfavorecidos. Una persona humilde, en este sentido, es alguien que proviene de un hogar de escasos recursos y sin mayores posibilidades de prosperar.
Finalmente, la humildad es también la actitud de quien se somete o rinde a la autoridad de una instancia superior. En las religiones, por ejemplo, la sumisión está asociada al temor de Dios. No obstante, comportarse con humildad implica también evitar actitudes de prepotencia ante un jefe o una autoridad policial y, más bien, optar por el acatamiento.